Oiga señora....
no está en venta mi corazón,
tampoco servilletas el amor,
ni una pelota entre tus manos a jugar.
Hoy, soy pobre, pero caballero,
honorable y escritor, pero no soy “ministro”,
sigues telefoneando con tu “ministro”,
pero, no me des la espalda, cuando con él susurrando,
mi primo Cervantes de la Mancha,
y mi sangre de Babilonia y Nineve corriendo.
No toda la vida es comercio,
ni amontonar dinero,
mañana, nos amortajan desnudos, nada más.
A las cinco de la madrugada son,
dolor en la cabeza y el corazón,
¡vuelve a dormir, corazón!,
y no dejes llevar por nubes de verano,
eres demasiado bueno, pero no seas burrito.
Madrid a 15/2/2007 a las cinco de la madrugada
muy lindo.
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