viernes, 2 de marzo de 2012

El primer día en Madrid

No es fácil venir a España desde Oriente. A pesar de los muchos obstáculos, conseguí llegar con mis tres hijos pequeños. Cuando aterrizamos, por primera vez, en el aeropuerto de Barajas, había que rellenar unos papeles y yo aún no sabía en que lugar íbamos a residir. Luego tuvimos que pasar por un control, en el cual rebuscaron en nuestras maletas con lupa, mientras que a otros ni se las abrían. Todo el mundo iba a lo suyo, nadie nos ofreció una mano para colocar las maletas y los bultos en el carro. Había dos filas; la primera para los comunitarios y la otra para los extranjeros. Palabra que odié desde entonces.
De repente, la memoria me llevó al año 1494, dos años después de la rendición de Granada, cuando la política real se volvió abiertamente hostil e intolerante, e infringió las condiciones pactadas con los musulmanes, se daba a elegir a los musulmanes entre el bautismo y el exilio, éstos fueron bautizados forzosamente por coacciones y aspersión, y empezaron a llamarles cristianos nuevos (también moros, sarracenos o marranos), en contraposición a los cristianos viejos o lindos.
Pueden leer más "la beduina" y "el primer día en Madrid" en:
http://lasombradelmembrillo.com/VI/2012/01/la-beduina/#comment-14800